ANOXIA


En estos días qué buena sería

la brisa libre y violeta

de los campos de lavanda

allá en Brihuega.

 

Pero no puedo.

 

No puedo respirar.

 

Me cercan las metáforas

para hablar de mi anoxia

de mi angustia

de mi ausencia de agua y sueño.

 

Para decir

que el oxigeno me falta

como un pez a orillas del mar Menor

menor como los y las menores execrados

por la adultez violadora

de la política encobrada.

 

Siento que el oxígeno es agudo

y pincha

en la garganta

cuando me sé

padre o madre

llevando de la mano o en brazos

en tropel a su querido bebé

desde Kabul al aeropuerto

por un corredor que no es corredor sino embudo

hacia la asfixia

el humo, la tierra, la huida.

 

También el oxígeno se me escapa

con el náufrago que mira por primera vez

Canarias o Murcia o Grecia

ya sin sol y sin playa

antes de sumirse

en el Océano

donde el oxígeno es de bajo aliento

porque la mascarilla y el desánimo

de las UCI me lo robaron

sentado cerca de un paciente

por la pandemia fustigada.

 

O este ahogo interminable

incontable

bajo las losas de mi casa en Haití

gritando y sumando los segundos

que apenas quedan para el rescate

de los hombres naranjas

que solo vienen cuando la tierra tiembla...

 

o hay otras razones

o que ya estoy cansado

y pierdo fuelle en mi carrera

cerca de la frontera con Ceuta

ansiando dejar la tierra

que me vio nacer

hecho un mena al que esperan

hombres de verde y azul para devolverme

al suelo y al monarca

 

así que me falta el aire

y no porque esta noche sea verano

y el bochorno

y el levante

y lo de siempre

 

estoy despierto

ahora lo sé

porque las metáforas que me nutren

están hechas de apneas

de cortes súbitos de conciencia

de sobresaltos sin aliento

que llegan de más lejos de estas paredes

de los sitios donde no quiero mirar

de las personas que en la vigilia

se convierten en noticia

 

posiblemente

el aire que me nutre sea un vínculo

de parto con cada vida

y quizá mi anoxia no sea mía

sino de un mundo

que no rompe a llorar

de nuevo

lo suficiente


 

 

 

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