HA MUERTO UNA GATA


Hoy ha muerto una gata:

una gata pequeña,

no una cría

no una adulta:

blanca, manchas negras,

pudo llamarse “Vaquita”.


Salimos a caminar:

milla verde,

corazón sano;

debajo de una rueda

una gata durmiendo,

lo normal:

había sol

había luz

había cielo.

Parecía el sueño de una tarde de domingo.


Seguimos caminando,

pero la mirada obliga

y volvimos atrás:

patas traseras yacentes

patas delanteras latentes;

aliento acelerado,

sucia, deshidratada,

de la colonia del barrio:

hay varias.


La vecina

dijo: “tal vez veneno”,

pensamos que atropello sin señales,

da igual,

agoniza,

aunque lo del veneno da rabia,

si hay gatos para qué mata-ratas:

asepsia odiosa la nuestra.


Se ha movido,

alguien trajo

un poco de agua;

ha culminado

un circuito imposible

alrededor del neumático

bajo la que se encuentra acogida,

solo con las dos patas

ha llegado otra vez a la salida:

ganadora,

pero vencida.


Hemos traído una caja,

malditas cajas

cuando hay despedidas;

le hemos roto las paredes

para que fuera

al menos

habitación con puerta,

y no suelo,

ni calle, ni rueda.


Han pasado dos horas,

crepúsculo incluido,

noche estrellada,

luna creciente:

nada de poesía

para este día de ramos.


Hemos procesionado

a su lado:

cuatro vecinas

un vecino

un niño

con miedo

cinco niñas

dos gatos

un perro

varios cigarrillos de espera

y otro vecino que no quiso mirar.

Se ha llamado al 112

cosa difícil;

toca playa y gentío.


Te hemos acompañado:

nunca sabremos

si fuiste mascota amada

o maltratada.

Nuestra humanidad

exige ese adjetivo:

amor incondicional.

Poco sabemos, la verdad.


Paradoja terminal

de la gata que nos mira

con una lágrima

en sus ojos:


Os amo

solo quería que los supierais.

Me voy,

ahora sí.


La muerte siempre es rara:

da igual que sea una pequeña gata al borde de una acera;

la compañía

la vence,

como si no fuera tanto.

Aunque el dolor queda para no olvidarla.



Para “Vaquita”, a 2 de Abril de 2023

JARA













Comentarios

Entradas populares